Los ácidos carboxílicos son un conjunto de compuestos que resultan en una cadena potente debido a que integra elementos de importancia orgánica, los cuales aislados serían débiles en el caso de los ácidos y no producirían los mismos resultados.
La nomenclatura de los ácidos carboxílicos es la siguiente COOH, donde se evidencia la presencia de oxígeno, ácidos, y carbono.
Importancia de los ácidos carboxílicos
Los ácidos carboxílicos poseen un grupo funcional denominado carboxilo, en el que es prominente la presencia de los carbonos. La unión con los ácidos pretender ser una cadena de suma importancia para la dinámica biológica del ser humano, ya que equilibra las sustancias de ambos componentes, siendo además fuente de energía.
En aislamiento, los ácidos serían elementos débiles que tendrían una función molecular distinta a la que cumple enlazándose con los carbonos. Estos le permiten potencializarse logrando obtener un grupo funcional que además de estar distribuidos en el organismo, también pueden ser manipulados en laboratorios.
Debido a la cohesión que permite la integración de los carbonos con los ácidos, se pueden encontrar estos compuestos en la fabricación de lacas o resinas, hasta en colorantes ya combinándose con otras cadenas de elementos químicos que produzcan el color y textura.
¿Para qué sirven los ácidos carboxílicos?
Industrialmente el uso de los ácidos carboxílicos se ejemplifica en la fabricación de los jabones. Por parte de los ácidos segregan aceites de las plantas, los cuales serán utilizados como disolvente en su preparación, los carbones en este caso ofrecen la cohesión de esta segregación para lograr la densidad.
Los ácidos carboxílicos están presentes en la fabricación de refrescos, teniendo en cuenta que a partir de los ácidos se originan aceites, que manipulados en laboratorios pueden ser consumidos.
Un ejemplo de ellos serían: el vinagre o ácidos cítricos artificiales, así como la implementación de los carbonos, a través de los gases que permiten la refrigeración de las sustancias.