Dentro de las ciencias existen patrones químicos los cuales se pueden moldear y fusionar con otros factores, para resultar en nuevas cadenas utilizadas para el fortalecimiento de los elementos, tal es el caso de los alquinos.
Los alquinos son estructuras químicas que presentan un triple enlace entre dos átomos de carbono e hidrógeno. Los alquinos se consideran un grupo funcional, puesto que sus reacciones permiten distintos puntos de ebullición adaptables a evoluciones químicas.
La fórmula de los alquinos es la siguiente: CnH2n-2.
Características de los alquinos
- Compuestos por hidrógenos: Es de las características más importantes, ya que la mezcla con el doble carbono resulta en una maleabilidad (de moldear) que no todos los componentes químicos tienen.
- Tiene la capacidad de presentarse en los distintos estados de la materia por contener gases del carbono, líquidos del hidrógeno y se permite encontrarse de manera sólida en la unión con los ácidos formando otras cadenas.
- Reactividad: Al ser componentes químicos orgánicos, son reactivos y evolutivos. En la creación de nuevas cadenas es donde se observa la disminución del volumen, puesto que se reduce el hidrogeno para anexar ácidos.
Importancia de los alquinos
Los alquinos al estar formados por átomos de carbono producen energía, y además puede contener añadiduras de hidrogeno, por lo que pueden surgir muchos enlaces cambiantes en estado de gas a líquido, de solido a gas, o de solido a líquido.
Son tan moldeables que pueden presentar inclusive compuestos aromáticos, ácidos e hidrocarburos. Su importancia radica en la funcionalidad de este compuesto para la creación de otras cadenas de elementos, por ejemplo: CaC2 + 2H2O integrando al calcio.
Dada su composición orgánica con el hidrógeno y el carbono que es fuente de energía, pueden encontrarse los alquinos en los polímeros utilizados en las industrias médicas para la regeneración de las células de la piel. También en los fármacos utilizados para el tratamiento del cáncer.