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Importancia del argón

El argón es un gas noble imprescindible para la industria desde hace mucho tiempo. Se emplea como el relleno de lámparas incandescentes, para las lámparas fluorescentes de color azul o verde y para el sellado de empaques.

¿Qué es?

Es un elemento químico cuyo símbolo es Ar y su número atómico es 18. Es el tercer gas noble, es incoloro e inerte y se encuentra en una proporción de 0,934 % en el aire seco.

Fue descubierto debido al trabajo de varios científicos. Henry Cavendish, en 1785, cuando expuso una muestra de nitrógeno a descargas eléctricas en presencia de oxigeno con el objetivo de formar óxido de nitrógeno. Encontró que el 1% del gas original no se disolvía, llegando a la conclusión que dicho gas no era nitrógeno. En 1892 Lord Rayleigh descubrió que el nitrógeno atmosférico contaba con una densidad mayor que el nitrógeno puro, luego, junto a Sir William Ramsay demostró que la diferencia se debía a un segundo gas poco reactivo, naciendo el término “Argón”

Para el año 1904 Rayleigh recibió el premio Nobel de Física por sus investigaciones sobre la densidad de los gases y el descubrimiento del argón.

Este gas se obtiene a través de la destilación de aire licuado y la eliminación del oxígeno residual con nitrógeno.

Importancia

Su importancia radica en sus múltiples usos. Es absolutamente necesario como gas de relleno en lámparas incandescentes pues no reacciona con el material del filamento incluo a altas temperaturas y presiones, prolongando la vida útil de la bombilla.

Se emplea además en las lámparas fluorescentes de color verde y azul. Tambien suele emplearse como un sustituto del nitrógeno molecular cuando este no se comporta como un gas inerte.

En la industria y en el campo científico suele ser utilizado para recrear atmosferas inertes o no reaccionantes para evitar reacciones químicas indeseadas en las operaciones de:

  • Soldadura por arco.
  • Soldadura a gas.
  • Fabricación de titanio y otros elementos reactivos.
  • Fabricación de monocristales de silicio y germanio para componentes semiconductores.

El isotopo argón-39 se emplea para datar núcleos de hielo y aguas subterráneas.

Este gas también es importante para el submarinismo profesional, pues con él se llenan los trajes secos para evitar el contacto de la piel con el agua, también proporciona aislamiento térmico, algo necesario en aguas frías y durante inmersiones prolongadas.

El argón se emplea también para realizar procedimientos con láser de argón en odontología y oftalmología. La primera intervención con este laser fue realizada por Francis L’Esperance, para tratar una retinopatía en febrero de 1968.

También se utiliza para llenar lo tiratrones de contadores de radiación Geiger-Müller, en cámaras de ionización con las que se mide la radiación cósmica y algunos tubos electrónicos de diversos tipos.

En definitiva, sin este gas inerte muchos procedimientos científicos actuales serían casi imposibles de llevar a cabo, restringiendo la posibilidad de realizar nuevos descubrimientos o bien, de realizar procesos industriales necesarios como lo son la soldadura a gas y por arco.