
En el sistema nervioso consta de numerosas partes que trabajan juntas para mantener las funciones vitales de nuestro organismo. Cada parte es vital para el funcionamiento del sistema y de otros sistemas de nuestro cuerpo y una de las más importantes es el bulbo raquídeo.
¿Qué es?
El bulbo raquídeo o médula oblonga es la parte más inferior del tronco del encéfalo. Se ubica entre el troncoencefálico o protuberancia anular por la parte superior y la médula espinal, por la parte inferior. Tiene la forma de un cono trincado en el vértice inferior y tiene tres centímetros de longitud aproximadamente.
Entre sus funciones destacan la transmisión de impulsos desde la medula espinal al encéfalo, el control de las funciones respiratorias, cardiacas, gastrointestinales y vasoconstrictoras.
Se divide en tres caras, la anterior, lateral y posterior.
Funciones
El bulbo raquídeo cumple con funciones vitales para nuestra vida. Se encarga de la transmisión de impulsos de la médula espinal al cerebro. Si es lesionado provoca la muerte inmediata por paro cardiaco o respiratorio.
- Se encarga de la secreción de los jugos digestivos.
- Controla la tos, vómitos, estornudos, puede ejercer control sobre la micción y la deglución y se encarga de coordinar los músculos de la deglución para dar lugar al habla.
- Controla los centros respiratorios, puede controlar el sistema cardiovascular por aumento o disminución de la frecuencia cardíaca, vasodilatación o vasoconstricción arterial.
- Activa la vía piramidal, que son las fibras nerviosas que se dirigen desde la corteza cerebral a las astas anteriores de la medula espinal.
- Controla el despertar, el equilibrio y los movimientos extraoculares.
Importancia
Este órgano mantiene en la sustancia reticular todos los centros vitales que controlan la respiración y la circulación, es decir, de él depende que estos sistemas funcionen adecuadamente y podamos permanecer vivos.
A través de él todas las corrientes sensitivas que suben desde la medula procedentes del tronco y nuestras extremidades suben al cerebro y cerebelo y bajan desde estos a todas las partes de nuestro cuerpo.