El ciclo de Krebs es un proceso catabólico de organismos aerobios que se lleva a cabo en las mitocondrias. Su finalidad es la obtención de energía necesaria o requerida por cada célula. El proceso metabólico del ciclo de Krebs convierte proteínas, aminoácidos y lípidos en energía química a través de la fosforización oxidativa y descarboxilación.
¿Qué es?
El ciclo de Krebs o también conocido como ciclo de los ácidos tricarboxilicos (debido a que los sustratos del proceso metabólico son compuestos por 3 moléculas de carbono), es el último proceso que sufren las moléculas orgánicas (carbohidratos, lípidos y proteínas) para convertirse en combustible celular.
El proceso de transformación mediante la fosforización oxidativa más la descarboxilación, reduce los elementos a dos resultados: anhídrido carbónico y agua. Esta ruta metabólica es un mecanismo bioquímico del organismo que se lleva a cabo en las mitocondrias, por lo que se les considera un orgánulo celular responsable de la energía.
El ciclo de Krebs fue descubierto por el científico alemán Hans A. Krebs motivo por el cual fue premiado con un Nobel de medicina y fisiología en 1953 junto a su compañero ayudante Fritz Lipmann.
Importancia del ciclo de Krebs
La importancia del ciclo de Krebs está medida por la realización de la respiración celular. Ahora bien, la respiración celular son reacciones bioquímicas vitales que sufren los compuestos orgánicos en forma cíclica para ser degradados por oxidación, convirtiéndose en sustancias inorgánicas y posteriormente en energía celular aprovechable.
El ciclo de Krebs con sus 7 procesos da como resultado 1 molécula de GTP (guanosín trifosfato), 1 de FADH2 (flavín adenín dinucleótido), 2 moléculas de CO2 (dióxido de carbono) y 3 moléculas de NADH (dinucleótido de nicotinamida y adenina) por cada ciclo. Una vez producidos son utilizados según la demanda de los requerimientos energéticos.