El agua es uno de los elementos más abundantes de la naturaleza. Mediante su ciclo conocido como “ciclo hidrológico”, cambia su estado de solido a liquido o gaseoso constantemente.
¿Qué es?
El ciclo del agua o ciclo hidrológico, es el movimiento constante que sufre el agua en el planeta para su transformación. Esto ocurre en sus distintos depósitos los cuales se conocen como: la atmosfera, el océano y la tierra. El agua puede cambiar su estado de sólido a líquido o gaseoso, lo que se refleja en los icebergs o la nieve, las corrientes de agua y el vapor de agua.
El ciclo del agua está regulado por mecanismos químicos y geográficos como la luz del sol y la corriente o circulación del aire atmosférico. Cada uno de estos mecanismos contribuyen de manera distinta a la continuidad del ciclo, evaporando o disolvieron un volumen de agua o redistribuyendo del flujo de la misma.
El agua durante el ciclo hidrológico transcurre 5 etapas: la evaporación, la condensación, la precipitación, la escorrentía y la infiltración. Igualmente, pueden sumarme los procesos de fusión o de solidificación.
Durante la evaporación, el agua de los océanos se eleva hacia el aire atmosférico en forma de gas y una vez en el aire por el proceso de condensación, se forman las nubes, posteriormente las nubes pueden (a bajas temperaturas) precipitarse y formar las lluvias. El agua que cae de las nubes puede infiltrarse en la tierra o seguir fluyendo hasta llegar al océano nuevamente.
El agua de los océanos o el agua de las precipitaciones, puede solidificarse a altas temperaturas y formar la nieve, la cual también por el proceso de fusión puede regresar a su estado líquido.
Importancia del ciclo del agua
Todos los seres vivos necesitan agua para vivir, es un elemento vital para la preservación del ecosistema. A través del ciclo del agua se puede perpetuar su existencia y constante interacción con la tierra.
Con cada etapa que transita, desarrolla beneficios para todos los seres vivos y estos pueden ser: la regulación de la temperatura, la hidratación o alimentación de las plantas, la purificación de agua en los manantiales y las reservas seguras de “H20” (agua) en el planeta.