La convivencia intercultural es aquella que se da en las zonas donde diferentes grupos culturales coexisten y comparten sus características únicas. Su importancia radica en el respeto y en la armonía que se desarrolla en estas relaciones y en el enriquecimiento cultural de las personas que las comparten.
¿Qué es?
Se da en los países integrados por diversos grupos culturales que nacieron allí, más grupos culturales inmigrantes. La coexistencia provoca que se mezcles costumbres y tradiciones de todos. Los inmigrantes adoptan las diferentes formas de hablar, de alimentarse y de vestir del país que los recibe, pero, al mismo tiempo, mantienen elementos de su identidad nacional. Esto puede verse sobre todo, en grupos latinos que residen en Estados Unidos.
En ocasiones, las relaciones interculturales provocan conflictos y tensiones, por lo que es necesario actitudes de escucha, dialogo y respeto con el fin de construir relaciones donde el aprendizaje mutuo sea el protagonista entre las culturas que conforman la sociedad.
En la actualidad, los países multiculturales buscan impulsar esta característica para que la valoración de las diferentes culturas cree espacios amigables de convivencia. Un ejemplo es Suiza, donde interactúan grupos franceses, italianos y alemanes y Canadá, donde interactúan franceses, ingleses con diversos grupos inmigrantes.
Importancia de la convivencia intercultural
La convivencia intercultural es imprescindible si somos inmigrantes, al momento de cambiar de país todas las estructuras de nuestra vida se tambalean y entran en conflicto con las costumbres diferentes del país que nos acoge. Antes de integrarnos y empezar a pensar en la ciudadanía, es necesaria la interculturalidad.
Hoy en día, este concepto traspasa fronteras y permite que las culturas interactúen con respeto a la diversidad, el dialogo y la escucha. Es necesario entonces, comprendedor que no existen mejores ni peores culturas, que todas son igual de interesantes y ricas en historia.
Al convivir con diversas culturas nos convertimos en personas mucho más tolerantes, sabemos valorar cada cultura por sus detalles positivos tales como la calidez del latino, o el silencio y respeto de los japoneses. Nuestro pensamiento crítico también se desarrolla y nos permite ver que está mal en nuestra cultura y lo modificamos con aquello que vemos positivo en otras.
La interculturalidad es un proceso ganar-ganar, donde las culturas que entran en contacto evolucionan y se enriquecen con los detalles positivos y desechan los detalles negativos. Este proceso también puede generar conflicto entre los miembros de una misma cultura inmigrante, un ejemplo es el que se genera en familias de religión islámica residenciadas en países liberales como Alemania, donde las chicas abandonan sus hogares al entrar en conflicto con sus padres pues, desean una vida similar a la de sus amigas alemanas. Otro ejemplo de estos casos es lo que ocurre en India con los matrimonios por amor, los jóvenes de la India desean imitar el modelo occidental y casarse libremente sin respetar el modelo de castas ni los matrimonios concertados por sus padres.
La convivencia intercultural pues, es absolutamente vital para el desarrollo, evolución y mantenimiento de las culturas.