Las mitocondrias son moléculas integradas por carbono, oxígeno, e hidrógeno cuya función biológica es suministrar energía inmediata al cuerpo humano. De acuerdo al nivel de glúcidos que contenga el cuerpo, pueden estas moléculas absorber sus nutrientes y potencializarlos.
Además las mitocondrias son también inducidas por alimentos o sustancias externas. Las mitocondrias son de reserva así como de ayuda para el ser vivo ofreciendo la dinámica de almacenamiento de energía.
Las mitocondrias no cuenta con una forma definida ya que como todo componente interno se adapta a las condiciones naturales o espacios celulares que existan, ya que dentro del organismo se crea un espacio metabólico que cumple la función de la efectiva absorción de los nutrientes para el correcto desempeño del ser vivo.
Este espacio debe adaptarse a las necesidades de su dinámica de vida, en caso de expandirse para recurrir a la absorción o el almacenamiento provisional de energía.
Importancia de las mitocondrias
Las mitocondrias tienen como objetivos generales el almacenamiento de energía, nutrientes, proteínas o cualquier componente que sea de utilidad para el organismo mediante las células.
No se trata de una sola célula trabajando, precisamente consiste en la unión de varias para la estructuración de biomoléculas especializadas.
¿Para qué sirven las mitocondrias?
No solo son moléculas integradas en el cuerpo, generalmente la absorción de nutrientes proviene de alimentos ricos en proteínas, las cuales al hacer contacto con el organismo se potencializan y permiten el almacenamiento proteínico constante.
Comercialmente son añadidos en las comidas o bebidas, una porción de balance energético diario.
Mediante el almacenamiento de la energía, las mitocondrias ofrecen resultados determinados en el cuerpo humano, entre las que se encuentran:
- Mantenimiento de los tejidos.
- Conducción óptima de la actividad por el sistema nervioso.
- Trabajo musculares.
- Producción de calor convertida en temperatura para la conservación de la actividad corporal.