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Importancia de las nubes

Las nubes son estructuras conformadas por pequeñas partículas de agua o cristales de hielo, pueden albergar hasta mil partículas por centímetro cubico. Se forman a través de dos procesos: condensación (de vapor de agua a agua líquida) o por sublimación (de vapor de agua a cristales de hielo).

¿Qué es?

Las nubes son masas de partículas de agua o cristales de hielo que se encuentran suspendidas en el aire. Se forman gracias al vapor de agua que se agrupa producto de un núcleo de condensación (partículas higroscópicas) y bajas temperaturas que ayudan al vapor de agua a transformarse en pequeñas gotas de agua.

Asimismo, las nubes pueden ser frías, las cuales se encuentran a una gran altura y están compuestas por cristales de hielo. Existen también las nubes mixtas, que se componen por cristales de hielo y agua, o también nubes cálidas compuestas por agua a una altura muy baja.

Las nubes pueden extenderse de forma vertical u horizontal, y se clasifican “dependiendo de su forma” de la siguiente manera:

  • Cirriformes: Penachos de nubes muy elevados con forma de haz.
  • Estratiformes: Son capas de nubes redondeadas paralelas a la superficie terrestres que son formadoras de nieve.
  • Nimbiformes: Nubes que se formar en sentido vertical a la superficie y son capaces de formar precipitaciones por lo que se los considera nubes de tormentas.
  • Cúmuliformes: Nubes hinchadas de base plana que cruzan el cielo en el verano, tienen un sentido vertical.

Igualmente existen nuevas clasificaciones como las “volutus”, cuya forma es enrollada. A las nubes causadas por la actividad humana se les conoce como estela y poseen una forma alargada como por ejemplo: el rastro de que dejan los aviones.

Importancia de las nubes

Las nubes son importantes por su actividad, ya que contribuyen al ciclo del agua y todo el sistema climático. Igualmente, gracias a la forma de las nubes se puede predecir las condiciones climáticas.

Las nubes son clave para regular la temperatura media del planeta. Asimismo, ayudan a extender la energía del sol de forma uniforme por el planeta (dado a que las tormentas transportan la energía desde las zonas geográficas cálidas hacia las zonas frías) y también ayudan a filtrar los rayos del sol lo que beneficia tanto a las plantas como a los humanos.