El tacto es uno de los cinco sentidos que desarrolla en su naturaleza el ser humano. Este sentido del tacto le permite tocar objetos o personas para lograr transmitir sensaciones de gusto, placer o disgusto, por ejemplo: da placer tocar a una persona que se quiere mucho.
El sentido del tacto está inmerso en la denominada cognición corporizada la cual analiza la interacción del cuerpo con otras entidades, con el objetivo de adquirir información. Los sinónimos de la palabra tacto son:
- Toque
- Roce
- Rozamiento
- Tocamiento
- Tiento
- Tactación
- Palpación
Importancia del tacto
El tacto generalmente evoluciona mediante la utilización de las manos, por ser las partes del cuerpo que más agilidad tienen para movilizar los objetos. El tacto puede manifestarse en otras partes del cuerpo que integran a su vez otros sentidos, por ejemplo: la lengua.
El tacto como parte de una dinámica sensorial se puede combinar u aplicar mediante la prueba o degustación de sabores, por ejemplo: al tomar un jugo se puede identificar si es cítrico o dulce. El tacto tiene protagonismo cuando lo que se debe degustar tiene contextura, por ejemplo, un pan.
Otro uso del término tacto se refiere a delicadeza, diplomacia y sutileza. Cuando se habla de “falta de tacto” quiere decir que una persona no está siendo delicada con lo que dice o con lo que habla. De lo contrario se describiría a una persona “con tacto” a la que puede transmitir una información de forma clara y sutil.
¿Para qué sirve el tacto?
El uso del tacto permite la adquisición de información proveniente de factores externos, es decir, de otras personas, acciones u objetos. En este sentido, el tacto permite sentir la textura, forma, sequedad, humedad o peso de los materiales.
La falta de tacto supone algún problema sensorial del cuerpo humano y requiere de análisis médico para solucionarlo. El tacto es un sentido importante para el desarrollo social del ser humano ya que permite la interacción con las demás personas a través del contacto entre cuerpos.