El vulcanismo es un fenómeno natural el cual proviene de las explosiones de los volcanes, convirtiendo el magma en lava, cenizas, gases y otros elementos que desencadene el centro de la tierra.
El magma son rocas fundidas las cuales son acompañas de lava o cenizas provenientes de la composición de tierra fértil e infértil que subsiste en el núcleo de la tierra.
Geológicamente se explica la dinámica del vulcanismo como una manifestación de la tierra, la cual pretende informar la cantidad de gas que existe en los subsuelos, los cuales si no son expulsados por el volcán, pueden provocar catástrofes en zonas no estables de la corteza terrestre.
Tipos de vulcanismo
Existen dos tipos de vulcanismo:
- Vulcanismo principal: este proviene directamente de la acción de los volcanes, al erosionar y convertir la materia sólida de la tierra en gases o lava que pueden perjudicar a las zonas cercanas, puesto al nivel de calentamiento que ocasionan.
- Vulcanismo secundario: este tipo de vulcanismo está asociado con las placas tectónicas ubicadas en toda la tierra, a través de sus movimientos pueden causar pequeñas reacciones en los volcanes o en las zonas aledañas, sin causar la explosión completa.
Importancia del vulcanismo
Como dinámica geológica el vulcanismo es importante en la medida que expulsa los gases contenidos en el subsuelo de la tierra. Si estos no tuviesen posibilidad de salir hasta la superficie pudiesen contribuir a una explosión interna que desequilibraría los suelos.
Si bien el vulcanismo mediante su acción de expulsión de gases, cenizas y lava afecta a la corteza así como a las zonas aledaños a la ubicación del volcán, el maltrato a la tierra desde el núcleo si no se tuviese esta expulsión sería más grave, a niveles de potencia o kilometraje.
Para los geólogos, el vulcanismo es una eventualidad de la cual se puede analizar previa o a posteriori la situación actual de las placas tectónicas, así como examinar nuevos planes de mantenimiento para evitar futuros fenómenos naturales.