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Importancia del zinc

El zinc es una sustancia fundamental para nuestro organismo. Se encuentra en casi todas las células, principalmente en los ojos, huesos, hígado, testículos y próstata. Es fundamental para el control de la producción de testosterona, así como para el crecimiento, para el sistema inmune y para el rendimiento deportivo.

¿Qué es?

Es un oligoelemento fundamental para el organismo. Es un mineral que puede encontrarse en nuestro cuerpo en una concentración que solo puede superar el hierro. Está relacionado con 200 reacciones químicas en las células. También se encuentra implicado en los sistemas de mantenimiento y regulación corporal.

¿Para qué sirve?

El zinc se encuentra en más de 200 tipos de enzimas que forman parte de las reacciones químicas necesarias para el mantenimiento y funcionamiento de nuestro organismo. Este oligoelemento actúa como un regulador de los procesos orgánicos, para la producción de enzimas y el mantenimiento de las células.

Es fundamental para la cicatrización de las heridas, fortalece el sistema inmune y forma parte fundamental de la síntesis del ADN.

Este oligoelemento es necesario para mantener los niveles normales de la hormona sexual masculina (testosterona) en la sangre, por esta razón suele utilizarse para el tratamiento de los problemas de infertilidad.

Importancia del zinc

La presencia de zinc en nuestro organismo y el consumo del mismo a través de una dieta equilibrada son fundamentales para el mantenimiento de la salud. Este oligoelemento es imprescindible para la división celular, la síntesis de ADN y proteínas, la metabolización de tóxicos, el funcionamiento del sistema reproductivo, la cicatrización de heridas y más.

También es importante en el desarrollo de los niños y el rendimiento deportivo, ya que es necesario para el incremento de la masa muscular.

Una deficiencia de zinc puede provocar:

  • Caída del cabello.
  • Ceguera nocturna.
  • Diarrea.
  • Infertilidad.
  • Pérdida del gusto.
  • Poco apetito.
  • Problemas de cicatrización.
  • Problemas de crecimiento en niños.
  • Problemas de piel.
  • Problemas digestivos.
  • Problemas en el sistema inmunitario.
  • Retraso de la pubertad.
  • Vómitos.